Artículo publicado por Asmaa Gamal en 2015 en el portal https://madamasr.com/en/2015/11/02/panorama/u/the-sebou-an-egyptian-baby-shower/
Sebou, que significa literalmente séptimo día en árabe, es una de las celebraciones que tienen lugar en Egipto exactamente siete días después del nacimiento de un niño. La celebración se remonta a la época de los faraones, cuyos murales de la era del Reino Nuevo presentan patrones similares de celebración. Estos rituales son practicados tanto por musulmanes como por cristianos, aunque con diferencias.
Al inicio de la celebración se coloca al bebé en un cernidor, una especie de charola con un fondo de red que se utiliza para cernir la harina. Actualmente casi no se usan estos cernidores, en su lugar se venden decorados en el mercado de Darb al Barbara precisamente para las celebraciones de sebou. Después el cernidor y el niño se colocan en el suelo. Este es el momento en el que la abuela u otro familiar del bebé de edad avanzada empiezan a hacer sonar un mortero golpeándolo con una maja de cobre y repetir órdenes al bebé, aconsejándole ser obediente con sus padres. Esta práctica tiene el propósito de acostumbrar al bebé al ruido y las distracciones de la vida. Similarmente, sacudir al bebé dentro del cernidor tiene el propósito de enseñar al bebé que la vida puede ponerlo en situaciones fluctuantes.
Se canta y se baila para dar la bienvenida al recién nacido a la familia. Los parientes llevan el cernidor mientras cantan: “alabamos a Dios y pedimos que crezca y se vuelva como nosotros”. La cultura de la celebración varía dependiendo de la familia. Los nubios tienen cantos y danzas especiales para la ceremonia de sebou. Anteriormente se colocaba el cernidor en una mesa alta y se ponía junto a una tetera tradicional en el caso de un niño, o de una jarra de arcilla para las niñas, pero esta tradición ya no se utiliza.
Dar siete pasos por encima del bebé es una tradición egipcia que tiene el propósito de alejar el mal de ojo. La mujer quema incienso y luego cruza por encima del cernidor mientras repite: “El primer paso es en el nombre de Allah, el segundo en el nombre de Alla e incluso el sexto”. Estos pasos se suelen ver también en las ceremonias de zar. Los miembros se reúnen alrededor de la madre y el niño, repitiendo los siete pasos al sonido del mortero y acompañados del humo del incienso.
Aunque algunas canciones ceremoniales del Sebou no son comprensibles del todo para muchos egipcios, debido a sus raíces ancestrales, las palabras todavía se repiten por tradición. Una canción se refiere a los aretes del bebé. Algunos dicen que esta tradición se remonta a la época de los faraones, que solían dar aros de oro a sus bebés. El aro se refiere a la diosa Isis, la madre del dios Horus. Los egipcios susurraban al bebé a través del aro que obedecieran a Dios, para que esto fuera lo primero que escucharan. Se cree que el oído comienza siete días después del nacimiento. Esa es la razón por la que hay tanto ruido durante el Sebou.
Junto al bebé se colocan dulces, que se distribuyen a los niños para indicar la generosidad del recién nacido. El tipo y número de dulces varía dependiendo de la riqueza de la familia. Los invitados colocan dinero (nota en egipcio vernacular) como regalo junto al bebé en el día del sebou. Los niños usan velas para iluminar el camino de la madre mientras lleva al recién nacido y cruza por encima del cernidor. Todas las celebraciones de Sebou tienen lugar después de la oración del Maghreb, cuando ya se puso el sol.
La abuela lleva un plato con sal que contiene el resto de los dulces del Sebou. Empieza echando sal sobre los invitados mientras la madre, que lleva al bebé en brazos, baja la escalera. La abuela dice: “que haya sal en los ojos de quienes no rezan al profeta. Echar sal es una tradición para ahuyentar el mal de ojo”. Si la familia vive en un departamento se baja las escaleras con el bebé y la procesión de invitados para anunciar el nacimiento al resto del edificio. La procesión regresa al departamento para distribuir juguetes a los invitados, especialmente a los niños.
Varias se estas tradiciones se observan en esta escena de la película El Hafeed.
En épocas más recientes los musulmanes han optado por practicar el ritual islámico de aqiqah para celebrar el nacimiento de un bebé. La aqiqah era practicada por el profeta Mahoma y consiste en el sacrificio ritual de un animal para alimentar a la familia y los pobres. Algunos egipcios celebran tanto el sebou como la aqiqah. La abuela, o una de las mujeres, preparan la comida en la mañana, que consistenen Fattah cocinado, un guisado hecho con pan mezclado con la carne del sacrificio que luego se ofrece a los familiares y vecinos invitados a la celebración y a los necesitados.
En esta escena de la película Al Zawja al Thania (la segunda esposa) se muestra este ritual
La película, de 1967 y dirigida por Salah Abouseif, trata de un alcalde corrupto que gobierna a la gente del pueblo con injusticia, y obliga a la esposa de un hombre pobre a casarse con él en secreto para tener un niño.