De entrada parecería una injusticia sentenciar a una «artista» a ir a prisión por incitar a la corrupción y el libertinaje. Sin embargo, a juzgar por el mal gusto de los videos por los que algunas bailarinas y cantantes han sido condenadas en Egipto en los últimos meses, no parece tan mala idea después de todo.
A principios de septiembre de 2015 Suha Mohammed Ali, una cantante mejor conocida como la Shakira egipcia, y la bailarina Bardes (cuyo nombre real es Dalia Kamal Youssef) fueron arrestadas por dañar la moral pública y la imagen de la mujer egipcia.
En agosto de 2015 el Sindicato Egipcio de Profesiones Musicales anunció una prohibición de usar ropa reveladora en el escenario luego de que en abril del mismo año la bailarina armenia Safinaz fuera sentenciada a seis meses de prisión por usar los colores de la bandera egipcia al bailar, cargo del que fue absuelta más adelante.
Sin embargo, este no es el primer problema legal que enfrenta la bailarina radicada en Egipto, famosa por sus interminables rebotes de senos. En marzo de 2014 el hotel Al Nabilah hizo que la arrestaran por incumplir su contrato de exclusividad.
Otra bailarina que ha tenido problemas con la ley es Salma el Fouly, que en julio de 2015 fue sentenciada a seis meses por un video muy vulgar en el que se burla de los acosadores en el transporte público junto con el director del video, Wael Sadiqi, que aparece cantando junto a la bailarina.
El 30 de marzo Sadiqi subió un mensaje a YouTube dirigido al presidente Abdel Fattah al-Sisi en el que reconoció que su video «Sib idi» era vulgar, pero argumentó que lo hizo en respuesta a la vulgaridad en el cine egipcio, al que calificó de ser una mafia.
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Fuentes:
Danza Oriental en Egipto 
Me parece que en estas circunstancias, no puedo decir que estas «bailarinas» no se merezcan la censura y que la gente se sienta desconcertada y hasta ofendida. Al ver los vídeos, me parece que se ve igual que lo que pasan en cadenas de vídeos musicales que hay acá. No voy a decir que no me parece vulgar, porque es la realidad. Me recuerdan a las chicas que hacen «twerk» y que bailan de manera vulgar en algunos géneros musicales en los que mueven mucho los pechos y el trasero.
Bellydance es todo un arte y debería practicarse de la manera más apegada y respetuosa posible.