Por Giselle Habibi, periodista, traductora, bailarina y profesora de danza árabe.
(To read a summary of this research in English: http://archivo.eluniversal.com.mx/in-english/2014/tracing-origins-darbuka-96109.html)
La darbuka es un instrumento de percusión que pertenece a la familia de los membranófonos.
Más específicamente, es un tambor de copa (goblet drum) que a lo largo de la historia se ha fabricado en arcilla, aluminio o madera con parche de piel de cabra o pescado. El nombre del pez en árabe es Bayad (بياض).
La perca del Nilo (Lates niloticus) es una especie de peces de agua dulce de la familia Latidae del orden Perciformes. Es propia de la ecozona del Afrotrópico, aunque es nativa de El Congo, el Nilo, Senegal, Níger y los lagos Chad, Volta, Turkana así como otras cuencas.
En Egipto es usual que las darbukas se decoren con diseños geométricos hechos con madreperla. Actualmente el parche puede ser sintético, de materiales como el acetato, que a diferencia de las pieles de animal mantiene su sonido inalterable independientemente de las condiciones atmosféricas, mientras que el cuerpo del tambor también se fabrica en fibra de vidrio. En el caso de los tambores de cerámica, algunos de ellos contienen un mecanismo interno con un foco (bombilla) para calentar la piel y tensarla.
El nombre en árabe de este instrumento de percusión es لطبلة (tablah) o (darbuka) دربوكة, mientras que las versiones ligeramente más grandes de este tambor son conocidas como sumbati o dohola (dohulla).
En otras regiones, se le conoce con los siguientes nombres:
Darbuk | Yugoslavia
Derbakeh | Líbano
Derbakki, Derbakeh, Dumbuk | Siria
Doubouk | Hungría
Doumbeg | Armenia
Dumbul, Dunbul | Azerbaijan
Tarambuke | Balcanes
Tarbouka | Bukhori
Tepill | Kurdistán
Toumberleki, toumperleki | Grecia
Tumbuluchiu | Rumania
Zairbaghali | Afganistán
Doumbek | Estados Unidos
En los círculos intelectuales, el tambor es conocido como «darabukka«.
Geografía de la darbuka
El profesor Philippe Vigreux, traductor del árabe al francés de escritores como el Premio Nobel egipcio Naguib Mahfuz y uno de los especialistas más renombrados en este instrumento de percusión dice en su libro: «La Derbouka: técnica fundamental e iniciación a los ritmos árabes»:
«La geografía de la darbuka abarca desde el Creciente Fértil hasta la costa atlántica del Maghreb«.
El Creciente Fértil es una región histórica que abarcó parte del Levante mediterráneo, Mesoportamia y Persia.
De acuerdo con el profesor Vigreux, la darbuka también forma parte del folclor de varios países de Europa oriental como Grecia, Yugoslavia y Albania debido a la influencia turca y representa en la actualidad para cientos de millones de árabes el instrumento popular por excelencia.
Se conoce como «dhabit iqaa» a un percusionista capaz de llevar el ritmo de forma correcta y constante en la música clásica. En Siria, Líbano y Egipto también se designa a los derbakistas con los términos informales de «tabbal», «daqeeq», «derbakki» y «riyyis ettabla», mientras que en Turquía se les conoce como «darbukacı».
Morfología
Con respecto a la morfología del instrumento el Museo Metropolitano de Nueva York posee una de las colecciones más numerosas de darabukkas antiguas. Las siguientes imágenes están tomadas de esa colección y de las de otros museos europeos:

Darabukka siria de madera de finales del siglo XIX. Colección Crossby Brown de instrumentos musicales.

Darabukka de cerámica de finales del siglo XIX. (Irán/Arabia). Colección Crosby Brown de instrumentos musicales

Darabukka siria de arcilla de finales del siglo XIX. Colección Crossby Brown de instrumentos musicales

Darabukka siria de arcilla de finales del siglo XIX. Colección Crosby Brown de instrumentos musicales.
Babilonia
Intrigada por saber si en efecto la darbuka es un tambor ancestral o si surgió con su forma actual más bien en el siglo XIX, me di a la tarea de buscar imágenes de percusionistas de Babilonia.
Me encontré con un tableta de terracota en la que aparecen músicos de Sinkara (Larsa) de 1200 a.C. Uno de ellos toca un «lilis», que pese a ser un tambor de copa no guarda la proporción de la darbuka actual.
Otro vestigio arqueológico es esta escultura de Músicas de Tanjara (Siria) del siglo I a.C. Una toca un instrumento de percusión y otra, de viento.
También encontré esta estatuilla de un percusionista del siglo VI-VII a.C.de la antigua Mesopotamia
Sin embargo, como puede observarse, los instrumentos en estas esculturas no corresponden a la forma actual de la darbuka.
Tambores de copa en Europa central
Ampliando más los horizontes geográficos descubrí a Lynda Aiano, especialista en arqueología experimental de la Universidad de Exeter y su artículo: «Resonadores y receptáculos: resumen de una investigación acústica sobre los tambores de copa del Neolítico tardío y principios de la era de bronce en Europa Central».

Tambor de copa hecho de bronce encontrado en la República Checa. Fechado alrededor del año 2800 a.C.
De acuerdo con Aiano, se han encontrado entre 300 y 400 tambores de copa desde el sur de Dinamarca hasta Alemania, la República Checa, Polonia y Rusia. Aunque casi todos están hechos de arcilla, varían considerablemente en altura, desde los 14 hasta los 46 centímetros. Algunos de ellos son tan antiguos como el año 3600 a.C.
La siguiente imagen, tomada del trabajo titulado «Tambores de copa de Mesopotamia» de Shaahin Mohajeri muestra algunos de ellos:
Por otro lado la tesis doctoral de Phillipe Vigreux, «La darbuka. Historia, organología y etnomusicología de un instrumento de percusión» de la Universidad de París Nanterre, afirma que la darbuka desciende de tambores utilizados en la alta edad media árabe como kabar, dirrij y kuba, de los cuales no pude encontrar imágenes.
Al Andalus
Siguiendo la línea de tiempo me encontré con esta imagen: «Albogón y darbuka. Cantiga de Santa María No. 300». Esta ilustración de mediados del siglo XIII corresponde a un cancionero religioso medieval de la literatura en galaico-portugués. La autoría de algunas de estas cantigas se atribuye a Alfonso X, que nació en Toledo en 1221, murió en Sevilla en 1284 y fue rey de Castilla entre 1252 y 1284.
La mujer, a la derecha en la imagen, tiene una ta’rija en el hombro. La introducción de la darbuka a España debió haberse dado durante la época de al Andalus, el estado muslmán que gobernó buena parte de la Península Ibérica y la Septimanía de 711 a 1492.
De acuerdo con el trabajo: «Los tambores de cerámica de al-Andalus (ss. VIII-XIV): Una aproximación desde la Arqueología Musical» de Raquel Jiménez Pasalodos y Alexandra Bill: «esta iconografía es muy interesante, no solo porque indica que no eran patrimonio exclusivo de los musulmanes, sino que además está en las manos de una mujer música profesional».
Sobre los hallazgos de tambores en España, Jiménez y Bill dicen: «Los tambores de cerámica son el instrumento musical más común en el registro arqueológico andalusí. Además, su cronología cubre prácticamente toda la presencia musulmana en la península, desde la época Omeya hasta el período nazar. Por ejemplo, el tambor del castillo de Silves está datado en el siglo VIII y el de Torrevieja en el siglo IX d.C., aún en periodo emiral. El más tardío sería el tambor de Castillejo de los Guájares en Granada, datado a principios del siglo XIV d.C., correspondiéndose con el periodo Nazarí».

Tambor de la Plaça de Baix, Petrel, Alicante (siglos X-XI) :: Museo Arqueológico y Etnológico Dámaso Navarro, Petre
Según el trabajo antes citado, el tamaño de los tambores encontrados en España va de los 7.9 a los 32 centímetros.
De acuerdo con la Enciclopedia Británica algunos compositores europeos, como Hector Berlioz en su ópera Les Troyens (1855-58) y Darius Milhaud en su Suite Sinfónica (1932) también utilizaron la darbuka en sus composiciones.
El instrumento también está mencionado en «An account of the manners and customs of the modern Egyptians», escrito por Edward William Lane de 1833 a 1835.
Uno de los savants que participaron en la expedición egipcia fue André Dutertre (1753-1842), ilustrador que realizó retratos de personajes egipcios como el de esta almée (transliteración francesa de alima) que toca una darbuka.
Turquía
Para cubrir la región de Turquía, otro país que adoptó a la darbuka como uno de sus instrumentos de percusión más importantes, consulté la tesis de maestría «De la darbuka al dümbelek: el tambor turco de copa» de Nicholas Joseph Ragheb, que actualmente estudia un doctorado en la Universidad de Santa Bárbara en California.
En ella afirma que hay pocas menciones sobre la darbuka en los textos históricos otomanos.
«Un ejemplo es la narración del siglo XVII de Eremya Celebi Kömürciyan sobre la dablak que tocaban los gitanos griegos en Estambul. El nombre parece estar relacionado con las palabras deblek y deplek, que se siguen utilizando en las provincias del sur y el sureste de Turquía para referirse a este instrumento de percusión».
Según el documento citado, el nombre de darbuka se empezó a usar en Turquía a principios del siglo XX para designar a los tambores de copa hechos de metal o cerámica. Otros nombres con los que se conoce a este instrumento de percusión en Turquía son dümbelek, dümbek, deblek, deplik, küp y çömlek.
De acuerdo con la tesis de Nicholas Ragheb, Hasan Tahsin Parsadan, un músico turco que nació en Kars en 1900, fue quien introdujo la darbuka a la música clásica otomana (fasil).
En cuanto a referencias visuales existe una fotografía del siglo XIX presuntamente tomada a finales del Imperio Otomano en el que aparecen varias mujeres, una de ellas con una darbuka:
También existe una ilustración en tinta y gouache titulada «Mujer con dümbelek» de un libro de trajes de Turquía adquirido en Constantinopla en 1657 por Claes Rålamb e incluido en la colección de la biblioteca real de Suecia en 1886.
Y esta obra del pintor francés George Paul Joseph Darasse. (1861-1904) titulada «Músicos turcos»
Orientalismo
En la pintura orientalista hay algunos ejemplos de hombres y mujeres tocando la darbuka.
El primero es «Tocando el derbakeh». Biskra, Argelia. Obra de 1889 del pintor estadounidense Charles James Theriat.
El segundo es esta obra del pintor orientalista italiano Giulio Rossati. (1857 –1917).
El tercer ejemplo es esta obra titulada «L’Exorcisme – Musiciens arabes chassant le djinn du corps d’un enfant» (El Exorcismo: Músicos árabes persiguiendo al djinn del cuerpo de un niño), una pintura de 1884 del artista francés nacido en Viena André Brouillet.
El cuarto ejemplo es «Odalisca danzante» obra del pintor suizo Otto Pilny. (1866-1936)
El quinto ejemplo es «Chica argelina con derbake». Obra del pintor francés Charles Landelle de finales del siglo XIX.
Esta obra es del pintor francés Jean Joseph Benjamin Constant (1845-1902) que visitó Marruecos en 1872. Se titula: «Intérieur de harem»
Músicos de la pintora italiana Maria Martinetti (1864-1921)
Y esta obra de 1964 «La partie de Jacquet del pintor francés José Silbert.
¿Un tambor de mujeres?
Siguiendo el rastro de la darbuka, me topé con vs pinturas y fotografías de mujeres tocando la darbuka.

The Almeh (1885) Obra del artista austriaco Leopold Carl Müller

Derbakista tunecina. 1890.
Investigando, encontré que en una época este instrumento fue predominantemente femenino, según el profesor Frédéric Lagrange, especialista en música egipcia del siglo XIX y XX de la Universidad de la Sorbona en París.
En una entrevista, el profesor Lagrange me explicó que la darabukka fue mencionada en los recuentos de la expedición militar francesa en Egipto y Siria (1798-1801) encabezada por el general Napoleón Bonaparte.
Awalim ( عوالم)
En su tesis doctoral: «Músicos y poetas egipcios en la época de la Nahda», el profesor Lagrange afirma que la darbuka formaba parte de los instrumentos empleados por las awalim (singular: alima (عالمة), que en árabe significa sabia).

«Al día siguiente del matrimonio» Obra de Mohamed Racim, fundador de la escuela argelina de miniatura. (1896-1975).
Se trataba de grupos de artistas que tocaban diversos instrumentos musicales, cantaban y bailaban. Estos grupos de mujeres se educaban entre sí, perpetuaban las formas antiguas y clásicas de la poesía, la música y el canto árabe.
Las awalim no sólo estuvieron presentes en Egipto, sino también en otros países como Argelia.
El orientalismo fantaseó con las awalim (en francés: almées), y debido a las imágenes plasmadas por pintores como Leopold Carl Müller de Austria (1834-1892) se les llegó a confundir con las ghawazee, artistas callejeras.
Marruecos
El trabajo de Jiménez y Bill también hace referencia a los instrumentos de percusión interpretados por mujeres en Marruecos: «Las huwaryat, las m’allmat, las awnyat, las haddawiyat y las l’abat son grupos de mujeres que tocan en fiestas femeninas, bodas, celebraciones familiares como circuncisiones, nacimientos, cumpleaños, tanto música popular como música profana. Estos grupos tiene entre cuatro y cinco músicos, con instrumentos de pecusión como el tar, tara, tarija, bendir, naqus, awal, nwiqsat y también darbukas. Sentadas en círculos bailan y tocan durante la celebración».
Sobre el instrumento de percusión conocido como ta’rija interpretado por cantantes conocidas como shikhat, las mismas autoras dicen:
«Las ta’rijas son el único instrumento tocado por las shikhat, cantantes marroquíes profesionales. Estas mujeres son entrenadas desde jóvenes en grupos profesionales y se contratan en celebraciones familiares, cabarets y otras festividades. Cuando son jóvenes, entran como bailarinas en troupes de músicos donde un shikh (cantante) o una shikha (una cantante) de más edad y experiencia actúan como directores musicales. Durante años aprenden el repertorio de canciones y danzas así como los vestidos y maquillajes. Mientras que los hombres se acompañan de diversos instrumentos melódicos como flautas, las shikhat sólo acompañan su voz con la ta’rija. El instrumento es sujetado boca abajo con una mano y se toca con los dedos de la otra mano. Su repertorio está basado en los ‘aita, canciones estróficas en dialecto, con un repertorio regional y poético que trata de temas como la sociedad, la política y el amor. Cuando tocan en celebraciones femeninas o bodas, o en reuniones mixtas, lo hacen mientras los asistentes bailan con ellas y frente a ellas. En las masculinas, sólo bailan ellas mientras los hombres miran».

Zoraija de cerámica de Tánger, Marruecos. Finales del siglo XIX. Colección Crosby Brown de instrumentos musicales.
Principios del siglo XX
De acuerdo con el profesor Lagrange en las grabaciones de los años 1910-1920 ya está presente la darbuka, pero principalmente en música interpretada por mujeres.
Durante muchos años, la música culta se interpretó con el acompañamiento de otros instrumentos de percusión en Egipto y Turquía como riqq, def, bendir y mazhar y kudüm.
No obstante, a principios del siglo XX la darbuka empezó a migrar de ser un instrumento más bien femenino y propio del folclor a formar parte de los ensambles musicales de diversos países de la región.
A partir de las imágenes relacionadas con el Congreso de Música Árabe celebrado en 1932 en la Academia Nacional de Música de El Cairo, se observa que muchos de los ensambles de la región que participaron en el congreso incluían la darabukka entre sus instrumentos de percusión. Ejemplos:
La orquesta de la cantante egipcia Umm Kulthum, si bien la darbuka desempeña un papel discreto en el siguiente video:
El ensamble argelino de Hadj Larbi Ben Sari
o el ensamble iraquí de Mohammed Qabanji
Otro ensamble de la época estaba dirigido por el argelino Hajj al-Arabi ibn Sari (1883-1965).
En la siguiente fotografía aparecen Cheikh Raymond (1912-1961) y Sassi Lebrati en Argelia acompañados de un percusionista que toca la darbuka.
Sin embargo también existen imágenes que muestran a este tambor en un contexto de música callejera, como esta fotografía de alrededor del año 1880 de músicos en Egipto que pertenece a la colección de Norbert Schiller.
Música de la era moderna
En la era moderna la darbuka se ha convertido en el tambor árabe por excelencia. Sería impensable pensar en la música interpretada por cantantes como Samira Tawfiq,
o Warda
o Rachid Taha
o Tarkan
por citar cuatro ejemplos ejemplos totalmente distintos, sin el sonido de la darbuka.
A lo largo de la historia, han existido percusionistas virtuosos como Misirli Ahmet que han llevado las capacidades expresivas del instrumento a nuevos límites.
En sus propias palabras la «darbuka es un instrumento rítmico con tonos muy ricos que puede tocarse sin acompañamiento. Es posible presentar todo tipo de expresiones por medio de la darbuka».
Y agrega el «ritmo es el camino más alegre para emprender el viaje hacia nuestro mundo interior. Nuestra felicidad, dolor, entusiasmo e ira se expresan con toda sinceridad en el tambor de copa. Es posible experimentar una satisfacción insaciable así como un entusiasmo inquieto mientras se tocan los ritmos. Porque el ritmo penetra directamente al corazón, funciona como nuestro corazón».
La darbuka en la danza oriental (رقص شرقي)
Desde principios del siglo XIX existen registros fotográficos de ensambles musicales con darbuka acompañando a bailarinas en El Cairo.
En la era moderna uno de los más famosos fue Ahmed Hammouda, hermano de Mahmoud Hammouda, que fue maestro de Hossam Ramzy y el propio Misirli Ahmet y tocó para la bailarina egipcia Nagwa Fouad.
Ahmed Hammouda fue el primero en hacer un solo de percusión en el que introdujo elementos folklóricos como los ritmos haggala y beduino que sigue siendo imitado hasta nuestros días.
La orquesta de Nagwa Fouad también incluía a Mohammed Ayyad en el duff y mazhar y a otros percusionistas.
En la siguiente fotografía se aprecia una orquesta siria de los años 80 acompañando a una bailarina.
En las próximas dos imágenes se observa a dos íconos de la danza oriental en Egipto: Dina y Randa Kamel, bailando en El Cairo acompañadas de una orquesta completa que incluye varios instrumentos de percusión como sumbati y dohola (dohulla), katim (ketim), un tambor de marco y riq, un tambor de marco pequeño con címbalos como los del pandero.
Yousrey El Hefney es un percusionista egipcio que ha acompañado a varias bailarinas egipcias como Lucy, Fifi Abdo, Azza Sherif, Randa Kamel y Leila de El Cairo. También ha trabajado con Raqia Hassan en el festival Ahlan Wa Sahlan.
Otro ejemplo de un percusionista virtuoso que ha acompañado a bailarinas es Setrak Sarkissian, libanés de orígenes armenios.
Empezó tocando con la bailarina egipcia Nadia Gamal de 1958 a 1962 y luego trabajó con Samira Toufik, Tahiya Carioca, Samia Gamal, Fifi Abdo, Nagwa Fouad, Suhair Zaki, Amani, Ranine Noura y Shahraman.
En el video con la bailarina libanesa Samara.
En países como Egipto, Líbano, Turquía y los Emiratos el solo de percusión es con frecuencia el «plato fuerte» que cierra el espectáculo de belly dance.
Dice el percusionista turco Yaşar Akpençe que el corazón de un derbakista late por dos cosas: dum y tek. (Bir darbukacının kalbi iki şey için atar. Düm ve tek).
Yo agregaría que la cadera de una bailarina no es capaz de resistirse a esos dos mismos sonidos.
En el video, Issam Houshan (discípulo de Mahmood Salahadeen, acompañando a la bailarina Bozenka.
Un solo de percusión es, para una bailarina, una de las experiencias más vigorizantes y me atrevería decir hasta eróticas que existen, puesto que se trata de un diálogo íntimo entre el percusionista, que se expresa a través de sus brazos y manos, y tu espíritu, que se expresa a través de tu cadera.
Decía el poeta argelino Muhammad El-°îd Hammû°Alî:
«Le tambour enjôle l’oreille, et pourtant, ce n’est qu’une main, qui frappe une peau…» , que podría traducirse como «El tambor encanta al oído, pese a que no es más que una mano tocando una piel».

Tambor del fabricante turco Emin Percussion http://www.eminpercussion.net/
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Agradezco infinitamente a los profesores Frédéric Lagrange y Nicholas Ragheb por permitirme citarlos.
Bibliografía
Trabajos del profesor Frédéric Lagrange: http://mapage.noos.fr/fredlag/
«La derbouka: technique fondamentale et initiation aux rythmes arabes» de Philippe Vigreux y su tesis: «La darubka: Histoire, organologie et ethnomusicologie d’un instrument de percussion«
Colección de darabukkas del Met de Nueva York: http://www.metmuseum.org/search-results?ft=darabukka&x=0&y=0
Colección de darbukas en museos europeos: http://www.mimo-db.eu/mimo/infodoc/Ged/search.aspx?QuickSearchField=darbuka&SearchIndex=%40fulltext_default_ifd_refdoc&displayMode
Tratado sobre ritmos árabes traducido por mí al español: http://www.khafif.com/rhy/rhythmg_es.html#maqsum
Investigación sobre los tambores de copa de Lynda Aiano: http://journal.exarc.net/files/exarc-eurorea_3_2006-pots_and_drums_an_acoustic_study_of_neolithic_pottery_drums.pdf
Goblet drums of Mesopotamia: https://sites.google.com/site/acousticsoftombak/gobletdrumsthroughhistory
Los tambores de cerámica de al-Andalus http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/33/06/02jimenezhill.pdf
Instrumentos musicales en barro cocido: una pervivencia medieval. http://www.centrodedocumentacionmusicaldeandalucia.es/export/sites/default/publicaciones/pdfs/instrumentos-barro-pervivencia-medieval.pdf
From darbuka to dümbelek : the Turkish goblet-shaped drum and the construction of difference http://repositories.lib.utexas.edu/handle/2152/ETD-UT-2012-05-5672
Tracing the origins of darbuka
http://www.eluniversal.com.mx/in-english/2014/tracing-origins-darbuka-96109.html
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Sobre la autora:
Giselle Habibi es una periodista mexicana que trabaja como editora y traductora para el website en inglés del periódico El Universal: http://www.eluniversal.com.mx/in-english.
Para leer su currículum: http://www.linkedin.com/in/gisellerodriguez
Es, además, profesora y bailarina de danza árabe. Para leer su currículum como bailarina: https://unmundodeluz.wordpress.com/giselle/
Nota personal
Este blog es un tributo a las incontables horas de placer que me ha dado la darbuka.
Es también un regalo para amigos como Pepe Elías, por inspirarme a pensar en grande; Manuel Sánchez, por darme la idea de rastrear los orígenes de la darbuka a través de las imágenes y permitirme «sacarle provecho» a su colección y en especial para Jorge Luis Morales, primer fabricante mexicano de darbukas, por compartir generosamente su información conmigo y por haber tocado para mí.
A la comunidad de bailarinas de danza oriental y derbakistas de todo el mundo, les pido que si apreciaron este trabajo periodístico tengan la amabilidad de citarme si deciden utilizar la información que mi exhaustiva investigación contribuyó a desentrañar.
En la memoria llevo el sonido de la darbuka de mi ex marido turco, cuyo nombre omito por motivos religiosos pero a quien tuve el privilegio de escuchar tocar ese instrumento con gran virtuosismo en múltiples ocasiones. Es también un guiño a los derbakistas que con el paso de los años han movido mi cadera y las de mis alumnas.
Guauuuu! Es impresionante toda la información aquí recopilada, una de las regiones que mas ha llamado mi atención desde pequeña es Mesopotamia , pero es impresionante todos los alcances y regiones geográficas en donde se ha tocado éste instrumento. Felicidades, mañana lo leeré de nuevo y veré los videos.
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Poca madre toda la información !!!