La música siempre ha desempeñado un papel importante en la vida de los egipcios. En la antigüedad las familias ricas tenían sus propias compañías de músicos y bailarines, cuya función era hacer más placentero el tiempo de ocio de sus patrones con sus interpretaciones. Los menos ricos podían contratar grupos independientes para ocasiones especiales.
Sólo podemos imaginarnos cómo sonaba esta música, ya que los egipcios de la antigüedad no tenían un sistema de notación, y las melodías se transmitían de generación a generación como en los pequeños poblados en la actualidad. En el Reino Antiguo, la música debió haber sido tranquila, a juzgar por los instrumentos que se usaban y la forma en la que los músicos aparecen representados: sentados en el suelo viéndose unos a otros, y cada instrumentalista acompañando a un cantante diferente.
Estela conocida como «Los músicos de Akhenaton», muestra a músicos tocando un oud de cuello largo y tres liras horizontales. Pertenece al periodo del reino de Amenhotep IV/Akehanaton (1351-1348 a.C.) y se encuentra en el Museo de Luxor.
Durante la dinastía XVIII, cuando Siria se encontraba bajo la influencia de Egipto, los egipcios entraron en contacto con un nuevo estilo de música y los instrumentos con los que se interpretaba. Entonces comenzaron a aparecer representaciones de orquestas de chicas, muchas de las cuales podrían haber sido traídas desde Asia cautivas. Eran muy talentosas y una de sus capacidades era cantar y bailar mientras tocaban.
Música y danza en el Nuevo Reino. Chicas tocando harpa, laúd, oboe y lira con una pequeña aprendiz en el centro. Reino de Tutmosis IV. Alrededor del 14oo – 1390 a.C. Tumba de Djeserkaraseneb (Tebas).
Fragmento de una pintura encontrada en «La Tumba de las Bailarinas» en Dra Abu el-Naga, Tebas. Dinastía XVII (1648-1550 a.C.)
Las chicas bailan mientras aplauden y chasquean los dedos bajo la supervisión de dos hombres. La ocasión es quizá una danza festiva en honor a la diosa Hathor de la música y la danza y protectora de las tumbas de Tebas Occidental. Los fragmentos se conservan en el museo Ashomolean en Oxford.
(Fuente: http://www.ucl.ac.uk/museums-static/digitalegypt/thebes/tombs/dancerstomb.html)
La danza, como la música, también era interpretada por profesionales. No era una expresión de la emoción de la bailarina, sino un medio para emocionar al espectador. Las habilidades acrobáticas de las cuales eran capaces las bailarinas del antiguo Egipto se limitaban a las ceremonias religiosas y formaban parte de un complicado ritual. Una danza de movimentos delicados era considerada más apropiada para las fiestas privadas.
Bailarina egipcia pintada en un ostracón (fragmento de cerámica) en piedra caliza. Dinastía XIX. 1200 a.C.
Algunas veces se representaba la canción de un músico sobre su imagen en la pared de las tumbas ya que los egipcios devotos creían que esto garantizaba su existencia en la siguiente vida. Sin embargo, la más popular «canción del harpista» expresa una filosofía muy alejada de la doctrina que era la razón de su preservación:
Pasa el día alegre
sigue tu deseo todo el tiempo que vivas
pon mirra en tu cabeza y vístete con lino fino
pon guirnaldas en el cuerpo de tu amad@
presencia música hasta el día de partir
pasa el día alegre y no te preocupes
porque nadie puede llevarse sus bienes consigo
y nadie que se ha ido puede volver
Dos de las imágenes más conocidas de la danza y música en el antiguo Egipto son las siguientes.
Esta corresponde a la tumba de Nakht, un escriba que ostentaba el título de “Astrónomo de Amón” u “Observador de Horus” en la dinastía XVIII (alrededor de 1350 a.C), probablemente durante el reinado de Tutmosis IV o Amenhotep III. Su tumba se encuentra en el área de Sheik Abd el Qurna, al este de la tumba de Menna. La imagen pertenece a una escena de un banquete. En ella, tres mujeres tocan la flauta, el laúd y el harpa para entretener a los invitados. Es una de las escenas más célebres de la pintura tebana.
Este es un detalle de un fresco pintado en la tumba de Nebamun, un escriba y contador de granos del Nuevo Reino, en Tebas, Egipto. Representa una escena de un banquete de finales de la dinastía XVIII (alrededor de 1350 a.C) Actualmente pertenece a la colección del Museo Británico en Londres.
Algunos de los instrumentos de percusión que se utilizaban en el Antiguo Egipto son tambores, maracas, castañuelas, campanas y el sistro, el instrumento que se muestra en la mano derecha de la imagen a continuación.
Las palmas también se utilizaban como acompañamiento rítmico. Los principales instrumentos de viento eran las flautas, sencilla como el ney o doble como el mijwiz, mientras que los instrumentos de cuerdas incluían harpas, liras y laúdes.
Los instrumentos solían llevar inscrito el nombre del propietario y estar decorados con representaciones de la diosa Hathor o el dios Bes, otra deidad de la música.
Ser músico (shemayet) de templo para un dios o diosa en particular era un importante cargo que solía ser ocupado por mujeres. Los músicos relacionados con la casa real también eran muy valorados, así como los cantantes talentosos. Más abajo en la escala social se encontraban los músicos que tocaban con propósitos de entretenimiento en celebraciones y festivales acompañados de bailarinas.
De acuerdo con el musicólogo Ángel Román Ramírez, en muchas pinturas y relieves egipcios se aprecia a músicos practicando de manera simultánea dos notas diferentes, siguiendo al quirónomo, una especie de director que indicaba la altura y las notas que el músico debía tocar mediante un lenguaje musical basado en signos reproducidos con las manos conocido como quironimia).
De acuerdo con fuentes egipcias antiguas citadas por Erika Meyer-Dietrich en la Enciclopedia de Egiptología de la Universidad de California, Los Angeles (UCLA), la danza se practicaba al amanecer, en banquetes y funerales y e la vida después de la muerte así como ceremonias reales y festivales religiosos.
El sustantivo más común para danza es jb3w, que se utilizó de forma continua desde el Reino Antiguo, en los textos de las pirámides, hasta el periodo Ptolemaico, en inscripciones en templos. El determinativo del verbo y el sustantivo correspondiente (bailarín) es un hombre parado sobre una pierna con la otra pierna doblada, aunque en fuentes iconográficas también se observa a bailarinas. Sin excepción, los/las bailarines/bailarinas que aparecen en grupo son del mismo sexo. La siguiente imagen fue obtenida de la tumba de Antefoker y su esposa Senet en Tebas.
En procesiones de la 18o. dinastía se observan bailarines de origen no egipcio (como nubios).En los templos ptolemaicos predominan las fuentes que mencionan a la danza en rituales religiosos. De acuerdo con las representaciones pictóricas, los bailarines se formaban en dos filas contrapuestas o en pares. Rara vez se representa a solistas.
Representación de danza en la tumba de Zau en De ir el-Gabrawi.
En la tumba de Khnumhotep II en Beni Hassan se encuentra la palabra «viento» junto a una representación de danza, lo cual indica que los movimientos podrían haber sido rápidos.
Los primeros ejemplos conocidos de danza provienen de la fase Badariana en decoraciones. En estos ejemplos la danza ritual se expresa con una postura típica: los brazos se levantan con las manos encorvadas. De acuerdo con Manniche, la misma postura de manos y brazos se observa en danzas africanas de la fertilidad. El motivo alcanzó su cúspide durante la fase de Nagada II, durante la cual aparece en figuras de arcilla y vasijas de cerámica.
En la segunda mitad del cuarto milenio a.C., es más común ver representaciones de bailarines y músicos rodeados por barcos, vegetación y aves, característicos del paisaje del Nilo.
Asimismo hay enanos que bailan, por ejemplo los bailarines con cabello trenzado que aparecen en una cabeza de maza de Hieracómpolis. Uno de ellos sostiene un corazón en su mano izquierda. Morenz ha sugerido que esta representación es una escritura criptográfica de danza (jb3w).
En los textos de las pirámides se lee que el rey muerto baila en frente del trono en el papel de un enano como el «bailarín de dios» (jb3w ntr). También se habla de un enano que anima al rey bailando en la carta de Pepy II al gobernador de Elefantina, Harkhuf.
Igualmente, las escenas de danza en las mastabas de ciudadanos comunes en Giza muestran a enanos que bailan y entretienen como comediantes. Finalmente, el enano Dheho, que vivió durante la 30o. dinastía, menciona en su sarcófago las danzas que bailaba en ocasión de festivales religiosos para honorar a Apis-Osiris y Osiris-Mnevis.
A partir de la cuarta dinastía y hasta finales del Reino Nuevo, aparecen bailarinas en tumbas de ciudadanos comunes en tres contextos: ritos funerales, escenas de banquetes y el culto a Hathor.
A partir de la sexta dinastía se observan escenas de danza en distintas posiciones. En el Reino Nuevo, era común que las bailarinas se vistieran con un cinturón alrededor de la cadera, brazaletes, pulseras para el tobillo y algunas veces un vestido diáfano. Llevaban el cabello largo y suelto con un cono de ungüento sobre la cabeza.
Durante el Reino Antiguo, Medio y Nuevo, aparecen bailarines de ambos sexos en representaciones en tumbas honrando a la diosa Hathor. Escenas de danza en la mastaba de Ankhmahor de la sexta dinastía presentan a los bailarines con una trenza larga rematada por una forma redonda.
En la tumba tebana de Kheruef, se muestra a los bailarines en el Festival Sed de Amenhotep III doblados hacia el frente. El texto que aparece sobre ellos vincula la danza a los conceptos mitológicos de la cosecha.
La primera referencia sobre las condiciones de trabajo de los bailarines aparece en el papiro Cornell 26, que informa sobre el número de días que duraba una presentación y la fecha de la misma, así como el pago y el transporte de los profesionales de danza.
Finalmente, Herodoto refiere que en la peregrinación rumbo a Bubastis participaban mujeres que exponían sus partes privadas acompañadas del sonido de la flauta y danza.
La música también aparece en el contexto de algunas escenas sexuales, como en esta imagen del papiro erótico de Turín que data de aproximadamente 1150 a.C. y que fue descubierto a principios del siglo XIX en la ciudad de Deir el Medina. En la imagen se observa un sistro debajo de la silla, ambos instrumentos musicales del Egipto antiguo. Se cree que el papiro podría ser una sátira o un recuerdo de una visita de un hombre a un burdel en Tebas.
Otro vestigo de la relación entre la sexualidad y la música es este fragmento de un colgante de piel con una escena erótica perteneciente al Nuevo Reino (Dinastía 18, reino de Ahmose I a Hatshepsut). 1550 – 1458 A.C. De la tumba MMA 815 en El-Asasif, Alto Egipto).
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Fuentes: «The daily life of the egyptians» por Nora Scott, curadora emérita de arte egipcio del Museo Metropolitano de Arte.
«Nefertiti: Egypt’s Sun Queen«.
Enciclopedia de Egiptología de la UCLA. Capítulo de música.
Ancient Egypt Dances de Irena Lexová.
Instrumentos musicales del antiguo Egipto.
Otros links recomendados:
https://www.academia.edu/1271870/Dance_in_Ancient_Egypt
http://www.gizapyramids.org/pdf_library/fischer_eg_women.pdf
http://www.egypt-tehuti.org/downloadarticles/music-and-entertainment.pdf
https://danceeducationwithdinadenis.files.wordpress.com/2014/11/dance-in-ancient-egypt.pdf
Todo maravilloso gracias por compartir !
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