Como tributo a la bailarina más famosa de Egipto: Dina Talaat Sayed Muhammad (دينا طلعت سيد محمد), en su cumpleaños número 48.
La revista Newsweek la llamó “la última bailarina egipcia”, y con razón, puesto que Dina no sólo se ha mantenido como la reina indiscutible de la escena de la danza árabe en El Cairo en las últimas dos décadas, sino que ha roto todos los tabúes posibles en un país donde la mujer requiere valor simplemente para ser ella misma.
Su vida sentimental
Dina nació en Roma el 27 de marzo de 1965. Su padre era corresponsal de la agencia de noticias de Oriente Medio en Italia. A los 16 años, Dina se deprimió luego de que su joven prometido se suicidó, e intentó sin éxito matarse a sí misma. Su primer matrimonio acabó en divorcio en 1998.
Luego se casó con el director Sameh El Bagoury, padre de su hijo Ali. (Como dato curioso, la familia de Dina la llama «Um Muhammad», que significa madre de Muhammad, y no «Um Ali», como correspondería de acuerdo a la tradición árabe de llamar a la mujer madre del nombre de su primer hijo varón)
Tras la muerte de El Bagoury de un tumor cerebral en 2001, se casó en secreto con Hossam Abol Fotouh, la pareja que desencadenó el escándalo de los videos sexuales que se pensó que acabarían con su carrera. Y es que la policía egipcia filtró varios videos sexuales que encontraron en la casa de Hossam, en los que la pareja aparecía teniendo relaciones sexuales, y estos acabaron vendiéndose en las calles de El Cairo.
Su carrera
Aunque bailarina de profesión, Dina estudió una maestría en filosofía del teatro antiguo en la universidad Ain Shams, por insistencia de su padre.Empezó a bailar a principios de los años 70 con el grupo egipcio de danza folklórica Reda Troupe.
Su principal maestro fue Ibrahim Akef, que también dio clases a la famosa actriz egipcia Nabila Obed y a su prima, Naima Akef.
Dina se convirtió en solista en los años 80 y pronto se volvió famosa. En los años 90 se presentaba en el hotel Cairo Sheraton, en donde sacudió a la sociedad egipcia al cambiar el traje tradicional de danza oriental por la minifalda y más adelante, por shorts y bikini.
Dina ha bailado en la televisión egipcia, en el Hotel Intercontinental Cairo Semimaris, en el hotel Mena House, en festivales nacionales de danza árabe como Ahlan wa sahlan y eventos internacionales de belly dance, así como en incontables bodas (el contrato más prestigioso para una bailarina de danza oriental en El Cairo). Una de sus canciones favoritas para bailar es «Taht el shibak». En el video, bailando en el hotel Semimaris con su orquesta completa.
En 2007, se sabía que Dina cobraba 7,000 libras egipcias por bailar en un casamiento, alrededor de 1,000 dólares.
Actualmente viaja por todo el mundo impartiendo seminarios de danza árabe y continúa presentándose en los escenarios más prestigiosos de El Cairo.
En 2011 la reportera francesa Claude Guilbal publicó una biografía de Dina titulada (”Mi libertad en la danza” o “Huriati fi al raqa”, en árabe). La versión en francés se vendió mejor que la original, en árabe.
En él, dice: “La danza oriental es un lenguaje. Se puede repetir, pronunciar a la perfección, pero si no se la conoce desde el interior, con todo lo que transmite, de sentido, de historia, de cultura, de emoción y de tradición, hay algo que se nos escapa.”
Como parte de su carrera en el cine, Dina ha participado en las siguientes películas:
- El-Kammasha (1987)
- En-Nasib Maktoub (1987)
- En-Nasib Maktoub (1987)
- Ginan fi Ginan (1990)
- Al-Ghashim (1991)
- Albaree wa al-Gallad (1991)
- Esteqalet Gaber (1992)
- Mazbahet al-Shorafaa (1992)
- Demo Sahebat Al-Galala (1992)
- Al-Mansi (1993) – Guest of Honour
- Qshr el-Bondoq (1995)
- Estakoza (1996)
- Ibn Ezz (2001)
- Alaya el-Tarab bet-Talata (2007)
- Elbelyatsho (2007)
- Maganin Nos Kom (2007)
- Ezbet Adam (2009)
- Wlad Al Balad (2010)
- Shari’ Al Haram (2011)
Así como en los programas de televisión
- Rod Qalbi (1998)
- Fereska (2004)
- Raya Wi Sekeena (2007)
- Romanet el-Mizan (2008)
- Al Ashrar (2009)
- Samasim (2009)
- Zahra Bareyya (2009)
- Khas Gedan (2009)
- Waad Mesh Maktoub (2009)
Y en la obra de teatro Alabanda (1995).
Asimismo a finales de 2014 el canal satelital Al Qahera wal Nas transmitió el concurso «Al Raqisa The Belly Dancer» en el que participaron 27 bailarinas de distintas nacionalidades y en el que Dina fungió como juez junto con la actriz tunecina Ferial Youssef y el productor Tamer Habib.
El programa llegó a más de 300 millones de espectadores en Oriente Medio y el Norte de África. La ganadora fue Alla Kushnir, de Ucrania y la bailarina egipcia/libanesa Soraya Shoheib radicada en Grecia quedó en segundo lugar.
En sus presentaciones Dina hace siempre un derroche de sensualidad, tanto con sus trajes, sumamente provocativos, como con sus indescifrables expresiones y sus atrevidos movimientos, sentidos desde el alma. En el video, una de sus primeras participaciones en el cine:
En una entrevista con el periodista Nishan, Dina arremetió contra los hombres que ven su danza con morbo al decir que se trata de personas enfermas con necesidades sexuales que sólo se fijan en el cuerpo de la bailarina y no en sus movimientos.
Con respecto a sus provocativos trajes, Dina dijo que ella no inventó el traje para danza árabe, ya que incluso está representado en las pinturas de las paredes de los templos de Egipto, sino que sólo lo mejoró, y que sus diseños simplemente siguen lo que está de moda.
Agregó que la danza árabe se está volviendo famosa en todo el mundo, pero que en Medio Oriente y Egipto está decayendo, debido al ambiente poco propicio para las artes en general. Explicó que en Egipto los aficionados a la danza acuden a ver este tipo de espectáculos mientras cenan y beben, mientras que en otros países la gente asiste a teatros exclusivamente para disfrutar de la danza, sin que coman o beban al mismo tiempo, lo cual les permite establecer una comunicación con la bailarina y sentir sus movimientos.
Por otro lado, dijo que se sentía muy afortunada de que su danza fuera del agrado incluso de las mujeres, y que la atención que ponían a sus movimientos, sus trajes e incluso sus accesorios la ayudaba a mantener el equilibrio frente a la visión distorsionada de algunos hombres.
Felicidades, guerrera, artista, por defender tu derecho a bailar pese a las convenciones sociales y los virajes políticos en la cuna de la danza árabe: Egipto.
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Nota: Personalmente, creo que efectivamente sus trajes son demasiado escandalosos. Me parece que no es necesario mostrar más de la mitad de los senos, o usar telas que transparenten la ropa interior.
No obstante, nadie puede negarle a Dina tres cosas: la primera, es egipcia, y es su derecho de sangre bailar danza oriental como le venga en gana, máxime porque ha peleado por ese derecho a capa y espada y en un país como Egipto. Mis respetos.
Segundo: nadie puede negar que ha tenido una carrera sumamente exitosa, ya que lleva años dominando la escena de la danza árabe en El Cairo, bailando en los mejores lugares y viajando por el mundo enseñando su peculiar forma de bailar. Además, ha participado en más películas que ninguna otra bailarina egipcia de la era moderna.
Tercero: nadie, nis sus críticos más acérrimos, pueden negar la emoción y el sentimiento que pone al bailar. Creo que el paso de «mal gusto» en el que se dobla y pone el trasero hacia el público más que una provocación, es un «¿ya me vieron bien el culo? bueno, pues ahora pongan atención a mi danza, porque ya voy a empezar a bailar.»
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Gisela me encanta como profundizas en la danza oriental, seguiré visitándote, gracias!!
Gracias por tus palabras Mayka. Si quieres saber más sobre la danza del vientre te recomiendo comprar mi libro «Danza Oriental en Egipto». Saludos!
Tuve el placer de filmar su llegada a Buenos Aires, y compartir un viaje junto a ella desde la limousina que la llevo a su lugar de estadia, Ademas filmamos y fotografiamos su gala en el glamoroso Burmana, Excelente blog, y bien merecido
Saludos
Pensé que Dina era una especie de feminista (en un buen sentido), que su manera de vestir o de moverse en el escenario se debía a una protesta o era una forma de burlarse del sistema de la Danza, pero tu artículo me confirma que se trata tan solo de alguien que estuvo en el lugar correcto en el momento oportuno para hacerse famosa.