8 Marzo – Día de la Mujer
Nosotras, mujeres árabes comprometidas en la lucha por la democracia, la dignidad y la igualdad. Nosotras, que hemos estado en la primera línea de los excepcionales cambios que están produciéndose en el mundo árabe, queremos recordarle a la comunidad internacional que las mujeres tienen el mismo derecho que los hombres a beneficiarse de los vientos de libertad y dignidad que se extienden por la región. Los derechos conseguidos, sin embargo, siguen por debajo de nuestras aspiraciones, y colocan a las mujeres de esta región en una de las peores condiciones del mundo.
La violencia, tanto en el ámbito privado como en el público, sigue siendo generalizada y se toman muy pocas medidas para poner fin a este azote. En la mayoría de los países árabes, las leyes de familia no son más que legislaciones que institucionalizan la exclusión y la discriminación.
Otras leyes, como las relativas a la nacionalidad, o los códigos criminal y civil, simplemente refuerzan la discriminación.
Las normativas actuales violan los derechos y libertades más esenciales de niñas y mujeres mediante la institucionalización de prácticas como la poligamia y el matrimonio de menores, y crean desigualdad de derechos en áreas como el matrimonio, el divorcio, la custodia de los hijos y el acceso a la propiedad y la herencia.
Existen leyes que dan cobertura a crímenes de honor, permitiendo a los hombres que matan a una joven o mujer de su familia aducir circunstancias atenuantes.
Aunque la gran mayoría de los países árabes, con excepción de Sudán y Somalia, han ratificado, con distinto entusiasmo, la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW en sus siglas en inglés), que fue adoptada por las Naciones Unidas en 1979, esto no ha tenido un impacto real.
Hoy en día, el mundo árabe está construyendo democracia con vistas a consolidar el Estado de derecho y los derechos humanos. Creemos que la igualdad no puede conseguirse sin democracia y que el pleno disfrute de la democracia solo es posible cuando existe igualdad plena.
Por esta razón, recordamos a los Estados, partidos políticos y sociedad civil de los países árabes que hagan todo lo posible para que la dignidad de la mujer y su igualdad ante los hombres no sea sacrificada, una vez más, en nombre de otras pretendidas prioridades. Ninguna democracia puede ser construida en detrimento de la mitad de la sociedad.
Pedimos por ello:
—La protección de los derechos actuales, igualdad completa y efectiva y la inclusión de los derechos de la mujer en la redacción de las Constituciones.
—Medidas legislativas y administrativas para eliminar la violencia contra la mujer.
—La ratificación y aplicación de CEDAW, sin reservas, respetando el espíritu de la convención y con todas sus consecuencias.
—Leyes para proteger frente a desigualdades políticas y sociales y la discriminación, especialmente la relativa a la familia.
—Medidas de discriminación positiva para garantizar el acceso de las mujeres a puestos de decisión, así como su participación en asociaciones políticas y sociales.
—La denuncia quienes discriminan a la mujer en base a retrógradas interpretaciones de preceptos religiosos o que intentan prohibir la participación plena y efectiva de las mujeres en una vida caracterizada por la dignidad y el respeto de los derechos humanos.
Firmantes del manifiesto publicado junto a Le Monde, La Stampa y Gazeta Wyborska:
Souhayr Belhassen, presidenta de la FIDH (Túnez)
Bochra Belhadj Hmida, abogada, cofundadora y expresidente de la Asociación Tunecina de Mujeres Demócratas (Túnez)
Shahinaz Abdel Salam, bloguera y activista (Egipto).
Nawal El Saadawi, médica psiquiatra, escritora y feminista (Egipto)
Tahani Rached, realizadora (Egipto)
Samar Yazbek, escritora (Siria)
Azza Maghur, abogada internacional y miembro del Consejo Libio de los Derechos del Hombre (Libia)
Tawakkol Karman, Premio Nobel de la Paz 2011. Periodista (Yemen).
La petición será entregada al presidente del Consejo Europeo en ocasión de la cumbre de jefes de estado y de gobierno de la Unión Europea en Bruselas, a celebrarse el 25 de mayo de 2012.
Para firmar el manifiesto online haz click en el siguiente enlace: http://www.mesopinions.com/L-appel-du-8-mars-pour-la-dignite-et-l-egalite-petition-petitions-a89238a98fc0692c7924831a31f907b8.html
Versión en francés / Au français
Nous, femmes arabes impliquées dans les luttes pour la démocratie, la dignité et l’égalité, nous, actrices au premier plan des changements exceptionnels que connaît le monde arabe, tenons à rappeler à l’opinion publique que les femmes sont en droit de bénéficier au même titre que les hommes du souffle de liberté et de dignité qui gagne cette région du monde.
Depuis toujours, les femmes mènent des luttes pour obtenir des acquis, plus ou moins importants selon les pays. Mais ces acquis demeurent en deçà de leurs aspirations et font de leur statut un des plus reculés dans le monde.
Les violences demeurent répandues tant dans l’espace public que privé et très peu de mesures sont prises pour mettre fin à ce fléau.
Les codes de la famille ne sont dans la plupart des pays arabes que des textes instituant l’exclusion et la discrimination.
Les autres lois que sont le code de la nationalité, certains codes civils et les lois pénales ne font que renforcer ces discriminations. Ces lois violent les droits les plus élémentaires et les libertés fondamentales des femmes et des fillettes par l’usage de la polygamie, le mariage des mineures, les inégalités en matière de mariage, de divorce, de tutelle sur les enfants ou encore l’accès à la propriété et à l’héritage.
Certaines lois permettent même à la parentèle masculine de tuer des femmes et des filles avec le bénéfice de circonstances atténuantes dans le cadre des crimes d’honneur.
Si la majorité des pays arabes (à l’exception du Soudan, et de la Somalie) a ratifié avec plus ou moins d’empressement la Convention sur l’élimination de toutes les formes de discrimination à l’égard des femmes (Cedaw), adoptée par l’ONU en 1979, ces ratifications sont restées sans impact réel sur le statut et la condition des femmes.
Aujourd’hui que le monde arabe est en phase de construction démocratique pour la consolidation de l’Etat de droit et des droits humains, nous considérons que si l’égalité ne peut se réaliser sans la démocratie, la pleine jouissance de cette démocratie ne peut se réaliser sans une égalité totale entre les hommes et les femmes.
C’est pourquoi nous appelons les Etats, les partis politiques et la société civile dans ces pays à tout faire pour que la dignité des femmes et leur égalité avec les hommes ne soient pas une fois de plus sacrifiées au nom de prétendues priorités.
Aucune démocratie en effet ne peut se construire au détriment de la moitié de la société. Ensemble nous avons fait notre présent, ensemble nous construirons un avenir meilleur.
Nous exigeons :
– la préservation des acquis, l’égalité totale et effective et l’inscription des droits des femmes dans les constitutions ;
– les mesures législatives et administratives afin d’éradiquer les violences faites aux femmes ;
– la ratification et le respect de la Cedaw sans réserve dans son esprit et dans toutes ses implications concrètes ;
– l’adoption de lois qui protègent les femmes des inégalités sociales et économiques, des discriminations, en particulier familiale ;
– les mesures d’action positive afin d’assurer l’accès des femmes aux postes de décision et à leur pleine participation à la vie politique et associative ;
– la dénonciation des voix qui s’élèvent ici et là pour discriminer les femmes au nom d’une lecture rétrograde des préceptes religieux ainsi que celles qui voudraient leur interdire une participation pleine et entière à une vie digne et respectueuse des droits humains.