TODO sobre la Primavera Árabe de 2011

Video de la revista TIME de  Julio de 2013, dos años después del inicio de la Primavera Árabe.

Nadie lo previó. Los países árabes llevaban décadas paralizados, regidos por gobernantes anquilosados en el poder, unos apoyados por Occidente; otros, dictadores que llegaron a la cima mediante golpes militares y unos más, simples herederos del poder.

La población estaba cansada de la represión, la desigualdad, la falta de oportunidades, el desempleo, la corrupción, el estancamiento económico, las violaciones a los derechos humanos y la decadencia de sus naciones. Pero, aunque inconforme, nunca se había atrevido a actuar para exigir un cambio.

Sin embargo, un modesto vendedor de Túnez de 26 años de edad y las comunicaciones online a través de Internet encendieron la chispa de una ola de revueltas conocida como la “Primavera Árabe” o la “Revolución del Jazmín” que en los primeros meses de 2011 se propagó por Oriente Próximo y cambió el curso de la historia.

Túnez التونسية

El 17 de diciembre de 2010 Mohamed Bouazizi, que estaba desempleado y se dedicaba a vender frutas y verduras para sobrevivir, se prendió fuego públicamente en Sidi Bouzid, una ciudad del norte de Túnez, para protestar por las condiciones económicas y el trato recibido por la policía.

Bouazizi falleció el 5 de enero de 2011 en un hospital, y fue en esa fecha que comenzaron las manifestaciones en Túnez para reclamar trabajo, justicia y libertad. El 12 de enero el presidente Zine el Abidi Ben Ali, en el poder desde 1987, decretó el toque de queda, pero cientos de personas desafiaron durante la noche a la policía en la capital del país para exigir su renuncia.

Dos días después el dictador, de 74 años, abandonó el país y se refugió en Yeda, en Arabia Saudita.

Sin embargo, los logros de la revolución tunecina no terminaron allí. El 20 de enero el nuevo gobierno de Túnez anunció una amnistía para todos los presos políticos y la legalización de todas las fuerzas políticas.

En las semanas siguientes hubo enfrentamientos entre los servicios de seguridad y los manifestantes, produciendo un éxodo de tunecinos a países europeos como Italia. Para el 28 de febrero, el primer ministro de Túnez, Mohamed Ganuchi, ya había presentado su renuncia.

El 7 de marzo Túnez disolvió la policía política del régimen de ben Ali y por esas mismas fechas el gobierno anunció que el 24 de julio elegiría a una nueva Asamblea Constituyente. La razón: el país llevaba 55 años sin tener elecciones democráticas. Túnez ya fijó la fecha de las próximas elecciones para el 23 de octubre de este año.

Para mediados de abril el ministerio de Justicia de Túnez anunció que iniciaría 44 causas judiciales contra el ex presidente y su familia por delitos como homicidio y tráfico de drogas. El 20 de junio un tribunal de Túnez sentenció en ausencia al ex presidente ben Ali y a su esposa a 35 años en prisión y una multa de 65 millones de dólar por peculado, aunque ambos se encuentran en Arabia Saudita. El ministerio de Justicia de Túnez ya solicitó su extradición, aunque aún no ha recibido respuesta de la autoridades sauditas. El 4 de julio ben Ali recibió una sentencia más: 15 años de cárcel por tráfico de armas, drogas y piezas arqueológicas.

Ben Ali, que llevaba 24 años gobernando Túnez, llegó al poder en 1987 por medio de un golpe militar. Cuando asumió la presidencia de Túnez heredó un país en el que el estado controlaba gran parte de la economía, desde la agricultura hasta el turismo y los textiles. La privatización de estos negocios anteriormente controlados por el estado formó la base de la futura riqueza de ben Ali y sus familiares.

En todo el proceso de cambio en Túnez las redes sociales como Facebook y Twitter desempeñaron un papel crucial, al permitir a las personas organizarse para acudir a manifestaciones y denunciar abusos, algo que ha sido una constante en todas las revueltas de la primavera de 2011 en el mundo árabe.

Egipto مصر

Los ánimos del pueblo egipcio ya estaban recalentados, puesto que el 6 de junio de 2010 dos detectives de la comisaría de Sidi Gaber mataron a golpes a Khaled Said, un joven que poseía videos en los que aparecían miembros de la policía implicados en actividades de narcotráfico.

Las fotos de su torturado cadáver empezaron a circular por Internet, lo que motivó a dos cibernautas a crear una página en Facebook llamada “We are all Khaled Said”, que sirvió de plataforma para las protestas en contra del gobierno de Hosni Mubarak por la represión policiaca, la corrupción y la mala situación económica del país.

Así que inspirados por los acontecimientos en Túnez, los egipcios decidieron que había llegado el momento de tomar las calles.

El 25 de enero de 2011 surgieron las primeras manifestaciones en contra del régimen de Mubarak, quien llegó al poder casi por accidente, tras el asesinato de Anuar Sadat por musulmanes integristas en 1981.

El 28 de enero, día conocido como el “viernes de la ira”, unas 70 personas murieron por enfrentamientos con las fuerzas egipcias del orden en El Cairo, por lo que el gobierno decretó el toque de queda y cortó la conexión a Internet.

El 1 de febrero un millón de manifestantes se congregaron en la plaza Tahrir de El Cairo para exigir la renuncia de Mubarak. Cinco días más tarde el gobierno y la oposición acordaron reformar la constitución.

El 8 de febrero el gobierno egipcio liberó a Wael Ghonim, un ejecutivo egipcio de Google que había estado secuestrado por 12 días, y ese mismo día el ejecutivo de Google dio una conmovedora entrevista en televisión que inspiró a más personas a unirse. Para entonces el número de muertos por las revueltas ya ascendía a 300.

El 11 de febrero los egipcios lograron algo que parecía imposible: la renuncia de Mubarak tras gobernar el país por casi 30 años con mano de hierro, valiéndose del “estado de excepción” vigente desde 1981.

El ejército, que como en el caso de Túnez se puso de lado de los manifestantes, asumió el poder de manera interina y prometió un referendo constitucional en dos meses.

Sin embargo, esa fue sólo la primera victoria del pueblo egipcio. La segunda se produjo el 21 de febrero, cuando el fiscal nacional pidió congelar los fondos de Mubarak y una semana más tarde prohibió a Mubarak y a su familia salir del país. En 2010 la revista Fortune valoró la fortuna de Mubarak en 53,300 millones de dólares. Sobra decir que esa exorbitante cantidad de dinero no la ganó con su sueldo sino robando fondos del erario egipcio.

Las manifestaciones continuaron y el 5 de marzo comenzó el juicio contra el ex ministro egipcio del interior por corrupción.

Tristemente para entonces algunas protestas ya habían adquirido tintes religiosos: el 8 de marzo 13 personas murieron en un enfrentamiento entre musulmanes y cristianos coptos, una minoría en el país, tras la quema de una iglesia en El Cairo. Y este incidente fue solo el primero de varios del mismo tipo que se produjeron en los próximos meses.

El 20 de marzo los electores egipcios votaron a favor de las enmiendas constitucionales en un referéndum. Y a mediados de abril el fiscal puso a Mubarak bajo arresto junto con sus dos hijos por la represión ejercida durante la revuelta y por acusaciones de corrupción.

La tercera conquista de los egipcios se produjo el 16 de abril, cuando la justicia disolvió el Partido Nacional “Democrático” de Mubarak, una de las principales demandas de los manifestantes.

Claro que, a río revuelto, unos cayeron y otros surgieron. El 30 de abril los Hermanos Musulmanes presentaron su nueva formación política: el Partido de la Libertad y la Justicia, con el que pretenden participar en la vida política del país tras haber estado vetados de ella por varias décadas.

El 5 de mayo el ex ministro de Interior egipcio Habib el Adly fue condenado a 12 años de cárcel por blanqueo de dinero y enriquecimiento ilícito, con lo que se convirtió en el primero de los miembros del depuesto gobierno en ser condenado. Y aunque el ex ministro de finanzas de Egipto Youssef Boutros-Ghali fue condenado a 30 años de prisión por peculado, vive en libertad en Londres pese a que hay una orden de aprehensión de la Interpol en su contra.

Por su parte, está previsto que Mubarak sea juzgado el 3 de agosto por corrupción y por su responsabilidad en los asesinatos de manifestantes. En los 30 años que ocupó el poder, Mubarak recibió importantes subvenciones del gobierno de Estados Unidos, país al que compró enormes cantidades de armamento.

Libia ليبيا

Libia, con sus ricos recursos petroleros, es uno de los países árabes en los que el cambio no fue impulsado por civiles sino por rebeldes contrarios a Muamar el Gadafi, de tendencia socialista y “enemigo de Occidente” por su presunto involucramiento en actividades terroristas no solo en el mundo árabe sino también en países como Colombia, España e Irlanda.

Gadafi se “reconcilió” con Occidente tras hacer el correspondiente mea culpa por su involucramiento en el atentado contra un avión de PanAm en 1988 y dejó un saldo de 270 muertos. Esto permitió que las empresas petroleras extranjeras volvieran al país al levantarse el embargo que prohibía hacer negocios con Libia.

Gadafi llegó al poder en 1969 por medio de un golpe de estado. Y, cansados de que gobernara durante más de 40 años, los libios se armaron de valor para exigir su partida, así como el fortalecimiento de los derechos humanos y la libre expresión en el país.

El 16 de enero el gobierno de Gadafi bloqueó el acceso a YouTube, conciente y a la vez temeroso de su alcance, a la vez que anunció un plan social para el país por unos 20,000 millones de dólares. Las manifestaciones en contra del régimen comenzaron el 15 de febrero.

El primer choque entre la policía libia y los manifestantes se produjo por la detención de un abogado y activista de derechos humanos en la ciudad de Bengasi. Y a partir de ahí el número de muertos en las protestas no hizo más que crecer, y con ello la irracionalidad. El 22 de febrero soldados fueron masacrados en Derna por negarse a disparar en contra de los manifestantes.

El 24 de febrero los rebeldes tomaron el control de algunas ciudades y empezaron a avanzar hacia Trípoli, mientras que los mercenarios leales a Gadafi impusieron el terror en las calles de la capital. Dada la brutal represión armada del régimen contra la población y la violencia en el país (centenas de mujeres han sido violadas como «arma de guerra»), el 10 de marzo la OTAN empezó a prepararse para una intervención.

A mediados de marzo el consejo de seguridad de la ONU aprobó una zona de exclusión aérea para impedir que Gadafi siguiera atacando a los rebeldes y a la población, así que un día después el régimen libio anunció un alto al fuego, aunque los rebeldes dijeron que los ataques continuaron.

Fue por ello que el 19 de marzo Estados Unidos, Francia y Reino Unido — siempre solícitos para ayudar al desvalido sin que medie interés económico alguno 🙂 — iniciaron los primeros ataques militares en Libia, y tres días después, los aliados impusieron la exclusión aérea.

En los días siguientes los ataques de los leales al régimen de Gadafi continuaron, por lo que el 27 de marzo la OTAN asumió el mando de las operaciones militares. En las siguientes semanas los ataques de la OTAN causaron la muerte tanto de tropas de Gadafi como de rebeldes e incluso civiles inocentes, por lo que cientos de libios abandonaron el país, e incluso se llegó a acusar a Gadafi de obligar a los prófugos a embarcarse hacia Europa.

Para el 11 de mayo más de 700,000 personas habían sido desplazadas por el conflicto en Libia y para junio 15,000 personas habían perdido la vida por los enfrentamientos en el país.

Gadafi, desesperado y aferrado al poder, recurrió a contratar a mercenarios africanos para intentar aplastar la revuelta en su país. Hasta junio la OTAN continuaba atacando Libia, enfrascada en una guerra civil, y el éxodo y asesinato de inocentes continuaba.

Esa es la razón por la que cien días después de que la comunidad internacional se organizara para derrocar a Gadafi, la Corte Penal Internacional ordenó el arresto del líder libio, de su hijo, Saif el Islam, y de su cuñado Abdulá Sanusi, jefe del espionaje interior. La fiscalía les acusa de crímenes contra la humanidad.

No es buen augurio que a finales de junio el diario francés Figaro haya reportado que Francia estaba mandando armas por paracaídas a la oposición libia, dados los pésimos resultados que este tipo de intervencionismo indirecto ha demostrado tener a lo largo de la historia no solo en Oriente Medio sino en diversas partes del mundo. Máxime porque el 1 de julio el ministro de Relaciones Exteriores de Argelia, Abdelkader Messahel, dijo a la prensa que algunas de las armas que Francia da a los rebeldes que intentan expulsar a Gadafi están siendo vendidas a al-Qaeda en el Magreb Islámico.

El 15 de julio Estados Unidos y sus aliados en la guerra contra el gobierno de Gadafi en Libia dijeron que reconocían a los «rebeldes» del Consejo Nacional de Transición como el gobierno legítimo del país. Hasta julio Estados Unidos había congelado activos del régimen de Gadafi por 30,000 millones de dólares, y Francia, 250 millones. Por su parte, Italia anunció que prestaría 400 millones de euros al nuevo gobierno de Libia y que los activos congelados servirían como garantía del préstamo.

Siria السّوريّة

En un país con escasa libertad de expresión, las manifestaciones populares eran algo sumamente inusual debido al represivo régimen sirio. No obstante, Siria no fue inmune a la ola de cambio en el mundo árabe, y como otros países, ha pagado el precio del cambio con la muerte de manifestantes pacíficos y el éxodo de un importante sector de la población.

El gobierno de Siria es un caso de poder heredado, ya que Bashar al Asad se convirtió en presidente del país en el año 2000 tras la muerte de su padre, Hafez al Asad, que gobernó Siria por 20 años.

El 26 de enero Hasan Ali Akleh se inmoló en Al Hasakah, una ciudad ubicada al noreste del país, en señal de protesta contra el gobierno.

Aunque la población intentó organizarse para manifestarse, a principios de febrero las fuerzas de seguridad del régimen habían logrado frustrar sus intentos.

Sin embargo, los ánimos empezaron a recalentarse cuando el 20 de marzo una multitud prendió fuego a la sede del partido Baaz en Deraa, así como a los tribunales y 2 compañías telefónicas.

El 21 de marzo las fuerzas del ejército intervinieron para dispersar las protestas por la corrupción y la falta de libertad. Pese a ello, la participación en las manifestaciones siguió creciendo. El número de muertos por la represión, detención y tortura a los habitantes empezó a crecer cuando el 26 de marzo las fuerzas de seguridad arremetieron contra una multitud congregada para protestar.

Para abril el gobierno ya había recurrido a la fuerza del ejército. A mediados de mes el gobierno derogó la ley de emergencia, vigente desde 1963, en una tímida concesión a las protestas.

La participación en las manifestaciones alcanzó un número récord el 22 de abril, en una concentración conocida como el “Gran Viernes”, que dejó un saldo de 88 muertos. A principios de mayo la violencia de los enfrentamientos entre las fuerzas sirias de seguridad y los manifestantes alcanzó nuevos niveles cuando el gobierno empezó a utilizar tanques contra la población civil.

Esto, aunado a las detenciones masivas de ciudadanos, hizo que en la comunidad internacional empezara a hablarse de la necesidad de condenar y detener el baño de sangre.

Finalmente el 13 de mayo la Unión Europea sancionó a 13 miembros del régimen sirio por la represión y decidió congelar los activos de al Assad.

Frente a la brutalidad de la represión, 360 sirios se reunieron en Turquía, para hablar sobre el futuro del país y formar un “consejo de revolución” en el exilio. Y miles de refugiados sirios cruzaron las fronteras buscando huir del horror en su país.

Desde el comienzo de las represiones hasta junio han muerto 1309 civiles y 341 miembros de las fuerzas armadas, según datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, por lo que el 23 de junio la Unión Europea impuso nuevas sanciones al gobierno sirio, a familiares y socios de al Assad e incluso al líder de la Guardia Revolucionaria Iraní, Alí Jafari, a la que se acusa de colaborar en la represión y asesinato de manifestantes pacíficos.

Estas medidas, que suponen la congelación de los activos y la prohibición de viajar a territorio comunitario, han sido publicadas hoy en el Diario Oficial de la UE después de que los Estados miembros las respaldasen ayer mediante un procedimiento escrito.

Quizá dos de los mártires más notables de la revolución siria sean Jamza al Jatib y Thamer al-Sahri, de apenas 13 y 15 años respectivamente, que fueron brutalmente torturados por la policía tras su arresto por participar en manifestaciones pacíficas. Cuando sus cuerpos sin vida fueron entregados a sus familias, tenían quemaduras, cortes, huesos rotos y dientes faltantes, y, en el caso de Jamza, incluso le amputaron los genitales.

A principios de julio la organización Amnistía Internacional acusó al gobierno sirio de crímenes contra la humanidad, y las matanzas de manifestantes pacíficos continuaban.

Yemen اليمنية

Yemen, uno de los países árabes más pobres y con mayor grado de analfabetismo, también recibió la inspiración de la primavera árabe, por lo que decidió impedir que Ali Abdullah Saleh, en el poder desde hace 32 años, fuera reelegido en elecciones fraudulentas como en años pasados.

Como Mubarak, Saleh llegó al poder debido al asesinato de su predecesor, el presidente Ahmed Husayn al Ghashmi.

La primera protesta en contra de Saleh se produjo el 27 de enero y 6 días después Saleh anunció que no volvería a presentarse a la reelección y que tampoco cedería el cargo a su hijo. No obstante, las manifestaciones continuaron puesto que su mandato concluía hasta 2013 y la población no estaba dispuesta a tolerar que continuara en el poder hasta entonces.

A mediados de febrero el saldo de muertos en las protestas comenzó a crecer debido a la represión gubernamental. Para el 10 de marzo el presidente de Yemen ofreció una concesión más: una nueva constitución para modificar el sistema electoral.

Once días más tarde el régimen sufrió un fuerte revés cuando tres generales desertaron el ejército y se pusieron del lado de los manifestantes. Posteriormente decenas de oficiales del ejército exigieron la dimisión del presidente y enviaron sus tropas para proteger a los manifestantes.

Así que el 22 de marzo Saleh se declaró dispuesto a ceder el poder “pacíficamente”, aunque sus tropas continuaron reprimiendo las protestas con brutalidad. Para mediados de abril el número de muertos ya ascendía a 140, así que el 31 de mayo la ONU condenó la brutal represión por parte del régimen yemení.

El 3 de junio el presidente Saleh resultó herido, por lo que viajó a Arabia Saudita para curarse y desde entonces se encuentra refugiado en ese país. Pese a ello, continúa aferrado al poder. El vicepresidente, Abed Rabbo Mansur Hadi (quien sustituye a Saleh en su ausencia), se ha negado a discutir con la oposición la transferencia del poder. Y ni siquiera se ha mudado al palacio presidencial, que ha sido ocupado por el hijo de Saleh, Ahmed. Por ello, el temor es que Yemen se convierta en una nueva república hereditaria.

El 30 de junio Abu Bakr al-Qairbi, el ministro de relaciones exteriores de Yemen, anunció que Saleh autorizó el inicio de las conversaciones con la principal coalición de oposición, lo cual constituye una señal alentadora para el país.

Argelia الجزائر

Las primeras protestas en Argelia surgieron a principios de enero, principalmente por el encarecimiento de los alimentos básicos. El 16 de enero, inspirados por el tunecino Bouazizi, cuatro jóvenes desempleados, se prendieron fuego. Y en las próximas semanas varios más lo intentaron.

Así que el pueblo empezó a organizarse para exigir una democratización del régimen, ostentado por el presidente Abdelaziz Buteflika, de 73 años, desde 1999.

No obstante, en las semanas siguientes la policía logró frustrar varios intentos de manifestaciones hasta que el 22 de febrero Argelia canceló el estado de emergencia impuesto 19 años atrás que prohibía las congregaciones públicas de protesta.

El 26 de febrero los manifestantes pudieron por fin protestar en las calles de Argel, la capital del país, y para mediados de marzo el presidente abrió consultas con el propósito de reformar la Constitución.

El 12 de abril un choque entre jóvenes y policías antidisturbios dejó un saldo de más de 170 heridos y 4 días más tarde el presidente anunció una reforma controlada de la constitución. No obstante, la oposición quiere que, como en Túnez, sea una Asamblea Constituyente la que redacte la nueva Carta Magna.

Marruecos المغرب

El proceso de cambio en este país del norte de África, un poco más próspero y estable que sus vecinos, ha sido más lento.

El 30 de enero surgieron las primeras protestas en Tánger y Fez en apoyo a las revoluciones de Egipto y Túnez, y dos días más tarde dos profesores se prendieron fuego para protestar por su situación laboral. Cuarenta más lo intentaron en la misma manifestación.

El 4 de febrero unos 12,000 jóvenes pidieron en Facebook que el rey Mohamed VI derogara la Constitución, combatiera la corrupción y liberara a los presos de conciencia.

Así que a mediados de febrero el gobierno reaccionó a las protestas duplicando el presupuesto de la Cámara de Compensación, que subvenciona alimentos de primera necesidad además del gas y la gasolina.

El 20 de febrero miles de personas tomaron las calles de 12 ciudades del país atendiendo a una convocatoria hecha en YouTube para exigir mayor democracia. El régimen empezó a ceder el 4 de marzo, cuando el rey creó un “órgano imparcial” para defender los derechos humanos. No obstante, tres días después 200 jóvenes fueron procesados en Rabat por disturbios en las manifestaciones.

El 10 de marzo Mohamed VI anunció un recorte de sus poderes en respuesta a las protestas, pero, al mismo tiempo, la policía empezó a reprimir brutalmente las revueltas. Sin embargo, los manifestantes continuaron tomando las calles hasta que el 17 de junio el rey anunció una nueva constitución que plantea la figura de un primer ministro, elegido por el mismo Mohamed VI que a partir de ahora nombrará a los ministros, altos funcionarios, directores de empresas públicas y embajadores. No obstante, el rey seguirá siendo el líder de las fuerzas armadas del país.

Aunque las concesiones no son muy generosas, constituyen un cambio importante dado que hasta ahora el rey era totalmente intocable. El 1 de julio los marroquíes fueron convocados a votar sobre el referendo para modificar la Constitución, y aunque el movimiento 20-F hizo un llamado a boicotear el proyecto por considerarlo insuficiente, la votación atrajo una participación del 70% y la iniciativa fue aprobada por una mayoría del 98%.

Jordania الأردنّ

Las protestas de la primavera árabe también llegaron al “más occidental” de los países árabes, aunque con menos fuerza. Gobernada por el monarca Abdalá II desde 1999, Jordania es otro caso de poder heredado. El rey Hussein I, padre de Abdalá, gobernó el país de 1952 a 1999, por lo que toda una generación de jordanos no ha conocido a otro gobernante que no pertenezca a esta dinastía.

El 28 de enero miles de personas se manifestaron por tercer viernes consecutivo en las calles de Amán para pedir la destitución del primer ministro, Samir Rifai, y la adopción de reformas económicas y políticas en el país. Cuatro días después el primer ministro de Jordania presentó su dimisión al rey Abdalá II, quien designó como nuevo jefe de gobierno al ex primer ministro Marouf Bakhit.

El 9 de febrero el rey tomó juramento a su nuevo gabinete, pero la población no quedó conforme con los cambios, así que el 31 de marzo la muerte de un manifestante y las heridas causadas a más de un centenar durante una protesta en la que los jóvenes pedían reformas democráticas quebró la estabilidad del reino y destapó la división sectaria del país.

Promesas y más promesas. Para junio el rey Abdalá seguía insistiendo en que aceleraría el ritmo de las reformas.

En otros países árabes como Omán las protestas no han alcanzado una “masa crítica”.

Bahrein (بەحرەین )

Bahrein es el país más pequeño de la región del Golfo Pérsico. Está integrado por un archipiélago de treinta y tres islas, de las cuales la mayor es la isla de Bahrein.

El Reino de Bahrein, gobernado por Hamad bin Isa al-Jalifa, es otro caso de poder heredado. Bin Isa fue coronado príncipe heredero de la dinastía al Khalifa en 1964, hasta que en 1999, tras la muerte de su padre Isa bin Salman al Khalifa, fue coronado como emir y en 2002 como rey.

En este país las protestas han sido aplastadas por tropas enviadas por Arabia Saudita. Además, el gobierno juzga a todo aquel que apoye a los manifestantes, acusándolos de intentar derrocar a la monarquía, incluso a los médicos que curan a los manifestantes heridos.

El 22 de junio el gobierno de Bahrein condenó a 21 miembros de la oposición por intentar derrocar a la monarquía. Para ocho de ellos la condena fue cadena perpetua!, y otros 13 recibieron sentencias carcelarias que van de los 2 a 15 años.

Uno de los condenados a cadena perpetua por conspirar contra el gobierno es Abdulhadi al Khawaja. Su hija, Zainab al Khawaja se ha convertido en uno de los emblemas de las movilizaciones antigubernamentales de su país después de la huelga de hambre que mantuvo durante diez días el pasado abril en solidaridad con su padre, su marido Wafu Almajed y su cuñado, que fueron golpeados y encarcelados en el marco de la represión de las manifestaciones contra el régimen.

Arabia Saudita (العربية السعودية)

Arabia Saudia, el más conservador de los países árabes, está gobernado por el “clan” de los al Saud desde 1932. Es también el país más rico de la región debido a sus enormes reservas petroleras, además de ser el guardián de La Kabbah, el lugar más sagrado para los 1,300 millones de personas que profesan la fe islámica.

La monarquía absoluta que gobierna en Arabia Saudí ha invertido más de 89.000 millones de euros en aumentar los salarios, construir viviendas y financiar organizaciones religiosas entre otros gastos para neutralizar a la mayor parte de la oposición y evitar el «contagio» de las revueltas árabes, según el diario estadounidense The New York Times.

Hasta ahora quizá la más “mediática” de las protestas en este país sea la de las mujeres, que, animadas por los vientos de cambio en la región, desafiaron la prohibición gubernamental de conducir y publicaron sus testimonios en redes sociales como Facebook y Twitter. Sí, en pleno siglo XXI a las mujeres sauditas no se les permite manejar un automóvil.

El ícono de este movimiento es Manal al Sharif, una joven que fue detenida por dos semanas por haber desafiado la prohibición de conducir y colgar en YouTube un video que la mostraba al volante.

***

Conclusiones

Es difícil saber a dónde llevará esta ola de cambio en el mundo árabe. Quizá en algunos países los grupos islamistas cobren fuerza como actores políticos. En otros, la lucha del pueblo contra sus dictadores probablemente tome más tiempo, pero estoy convencida de que la fuerza de su unión prevalecerá.

En Internet ya circulan diversas teorías de la conspiración que hablan de un posible involucramiento (e incluso financiamiento) de occidente en las protestas, máxime porque en Wikileaks se filtró un documento que afirmaba que el gobierno de Estados Unidos había tenido contacto con elementos subversivos de Egipto que planeaban una revolución en el país. Gadafi incluso llegó a decir que las revueltas en Egipto fueron organizadas por la Mossad y la cadena árabe de noticias Al Jazeera.

Claro que los dobles estándares de Estados Unidos son bien conocidos. El periodista de investigación Michel Collon afirmó en una entrevista con Global Research TV que mientras Estados Unidos financia y apoya grupos de la oposición en Siria y Libia (gobernados por «enemigos» de Estados Unidos), permite que Arabia Saudita, la monarquía más represiva y retrógrada de Oriente Medio, continúe aplicando sus métodos opresivos.

Naturalmente resulta sospechoso que Obama se haya apresurado a anunciar ayudas por 2,000 millones de dólares para la inversión privada en países que manejaron las revueltas de forma no violenta, como Egipto y Túnez. Europa no se quedó atrás. A finales de mayo los líderes del G8 anunciaron la creación de un fondo para los países árabes que se sumen a las reformas democráticas de Túnez y Egipto. En principio aportarán 28,000 millones de euros, una cifra que podrá incrementarse cuando aumenten también las democracias en el mundo árabe.

La revolución también ha alcanzado el ciberespacio. A principios de junio un grupo llamado «Anonymous» llevó a cabo una particular cruzada contra todos los gobiernos de Oriente Medio que considera «opresores», al infiltrar los servidores de los gobiernos de Egipto, Bahrein, Marruecos y Jordania y publicar cientos de cuentas de correo electrónico de funcionarios de sus gobiernos en una operación denominada ‘Revolution’.

Personalmente creo que las manifestaciones en el mundo árabe son un acto de rebelión popular genuina. El precio que han pagado en vidas e inestabilidad en sus países es altísimo. E independientemente de los rumores acerca de quiénes se encuentran detrás de ella, los triunfos de la revolución en los países árabes al mes de junio de 2011 no son menores, máxime considerando que en la mayoría de los casos el pueblo ha logrado los cambios antes descritos armado con el solo poder de la razón, el valor y el hartazgo.

Y, lo que es más importante, la primavera árabe ha servido de inspiración para otros países, como el movimiento Democracia Real Ya de España, que bien podría propagarse al resto de Europa.

El viento de cambio de la revolución del jazmín incluso ha llegado a China, un país en el que los derechos humanos son acaso menos respetados que en el vilipendiado mundo árabe, al que muchos occidentales tachan de retrógrada y medieval (sin duda muchos de los dictadores lo son).

Medievales o no, los árabes han dado un ejemplo al resto del mundo al atreverse a protestar en masa y exigir un cambio a sus ultra-represivos gobiernos. Veremos si en el progresista Occidente tenemos el valor de emularlos y exigir más igualdad, justicia y libertad.

Por mi gente.
Junio 2011

***

Con información de los diarios españoles El País http://www.elpais.com/especial/revueltas-en-el-mundo-arabe/ y El Mundo http://www.elmundo.es/especiales/revueltas-mundo-arabe/

Acerca de Giselle Habibi

Autora del libro Danza Oriental en Egipto, periodista, traductora, músico, bailarina y profesora de danzas del mundo árabe.
Esta entrada fue publicada en actualidad, altermundismo, economía, geopolítica y etiquetada , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

3 respuestas a TODO sobre la Primavera Árabe de 2011

  1. Pingback: ZPU, el hip hop, España y la revolución | unmundodeluz

  2. Pingback: El nuevo internacionalismo de Turquía | unmundodeluz

  3. superduque dijo:

    http://counterpsy.files.wordpress.com/2012/07/bashar.jpg?w=679&h=223&h=443
    Los alborozados «rebeldes»que muestran los medios de confusión sionistas y sus mamporreros europeos, son las mismas tropas mercenarias de la CIA y los servicios secretos ingleses, así cómo engañan a quienes entran a formar parte de él y cómo, desde entonces, lo único que han hecho ha sido bombardear civiles y hospitales, violar y asesinar musulmanes cuando, supuestamente, son islámicos feroces.
    http://www.ivoox.com/asesinos-gaddafi-audios-mp3_rf_852350_1.html

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